Dite la verdad.

 

¿Os podéis imaginar cuál es la persona que más se miente a si misma durante el día?...¡Sí!...¡habéis acertado!:

Vosotros mismos

Ese donut que te comes con la promesa de ir al gimnasio al día siguiente, esa mirada pícara que le echas a tu barriga en el espejo, esos libros que te vas a leer en verano y que todavía duermen en tu estantería, esa llamada que prometiste hacer a un amigo/a para quedar, esa cuenta de ahorros que te prometiste abrir para la universidad de tus hijos/as...

Todos los días y a todas horas nos mentimos. Es normal ya que es muy difícil decirte a ti mismo que estas gordito/a, que no debes tomar postre, que no estás ahorrando lo suficiente, que gastas mucho dinero en tonterías...es muy difícil, a veces imposible. Llega un momento en el que tu mente se cree tus mentiras y cuando llega el momento de dar cuentas (siempre llega) entonces le echamos la culpa a algún agente externo, normalmente el gobierno, la mala suerte, el jefe o la jefa, etc...

Para decirte la verdad lo mejor es dejar de utilizar calificativos (estás gordo/a, eres feo/a, eres un malgastoso/a) y empezar a utilizar cuantitativos, es decir, usar números.

Los números, bien usados, nunca mienten...esto me recuerda una pequeña fábula estadística (el arte de mentir con números) que se sale del tema y os voy a contar:

Un tabernero recibe al inspector de tabernas. El inspector le comenta airado:

- Las croquetas de carne no llevan las proporciones de carne de pollo y de caballo adecuadas...¿sabe usted que son un 50% de cada una de esas carnes?.

El tabernero contesta encogiéndose de hombros:

- Señor inspector, yo soy muy exacto en esas proporciones. Por cada pollo, echo un caballo.

Sigamos con el tema...

Por ejemplo:

¿Cómo mido si estoy bien de peso?...¡Bascula y cinta métrica! y la fórmula del IMC (los puristas nos dirán que ese índice es poco fiable y que en determinadas ocasiones no es determinante...para el común de los mortales es bastante indicativo)

¿Cómo sé si estoy malgastando?...Cuenta todas las cosas que no utilizas en una semana, haz una lista. De dicha lista, tacha las que usas una vez al mes durante, después las que usas una vez al trimestre. Cuando pase un año, puedes tirar o regalar o vender las que no hayas utilizado. Cuantifica la cantidad que has gastado en esos artículos y obtén el porcentaje sobre tu sueldo. Si es superior al 10%...estás tirando el dinero.

¿Cómo sé si mis finanzas van bien?...Crea una hoja de cálculo (subiré la mía en otro artículo) con ingresos, gastos y patrimonio neto (activos menos deudas). Rellénala mensualmente. Si tus ahorros y tu patrimonio neto van creciendo es que estás haciendo buen trabajo, si bajan es que has tenido necesidad de financiación, es decir, has gastado más de lo que has ingresado.

En definitiva, para decirte verdad: usa números. Usa la razón.

"No hay más calma que la engendrada por la razón". Séneca