Cartas morales a Lucilio
Libro tercero
Carta XXII
"Nadie sale de la vida diferente de como había entrado en ella". Es falso: morimos peores de lo que nacimos. Y ello es culpa nuestra, no de la Naturaleza; ella debería quejarse a nosotros diciéndonos :"¿Qué es esto?. Yo os engendré sin ambiciones, sin temores, sin supersticiones, sin perfidia, sin ninguno de los demás venenos: salid tal y como entrasteis." Puede decirse que quien muere con tanta seguridad como naciera, ha alcanzado la sabiduría; pero ahora, en cuanto se acerca el peligro, temblamos, nos falta coraje, se nos trasmuda el color, nos caen lágrimas inútiles.
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