Parece mentira que un enemigo tan pequeño esté atemorizando a la humanidad. Una humanidad que ha conseguido llegar a la Luna, que ha puesto robots en Marte, que ha conseguido multiplicar la esperanza de vida del ser humano, que ha conseguido interconectar de manera inmediata cualquier persona del mundo y tantas cosas más...
Esa humanidad que casi alcanza a Dios está confinada y recluida en su casa. Entre cuatro paredes mirando por la ventana cómo sale el sol y como llueve. Imaginando sentarse en un parque, caminar por el monte o simplemente tomar algo con un amigo en la terraza de un bar. Esa humanidad está en pánico, continuamente recibiendo noticias (siempre negativas) y esperando acurrucados en casa a que llegue el fin del mundo.
¿Qué debería hacer un estoico/a en esta situación?
Esa es mi gran pregunta sin respuesta única. Aquí, mis recetas aplicando las cuatro virtudes del estoicismo:
1. Sabiduría.
Veamos las cosas tal y como son. En realidad no estamos recluidos o confinados en casa, estamos dentro de nuestro hogar. El sitio dónde nos resguardamos y nos sentimos seguros...¿qué mejor lugar para permanecer que este?
Práctica: Abraza tu casa, recorre sus rincones, abre los cajones que llevan cerrados años, investiga tus fotos antiguas, límpiala como si fuera un bebé...
2. Fortaleza.
La fortaleza mental nos ayuda a manejar nuestra voluntad en los momentos difíciles. Nos ayuda a afrontar los reveses del destino con entereza con el conocimiento de que la situación nos hará más sólidos ante la vida.
Práctica: Si se te ocurre coger algo para picar que sabes que no te hace falta (chocolate, cerveza, cacahuetes,...)...reprime ese antojo por unos minutos. Apúntalo y ve aumentando minuto a minuto la siguiente vez.
3.Templanza.
Esta situación es la ideal para incrementar el "músculo del aguante". El autocontrol de emociones tiene que estar presente desde que nos despertamos. Busquemos nuestro espacio interior en el que solo entra lo que nosotros queramos.
Práctica: Cuando las personas con las que convives hagan algo que te moleste date unos segundos para contestar mal. Primero cinco después diez y así sucesivamente hasta que puedas responder sosegadamente controlando tus emociones.
4.Integridad.
Seamos íntegros/as y justos/as. No nos saltemos las normas. No utilicemos trampas. No critiquemos a los que se las saltan. Toda nuestra atención debe estar puesta en nuestras acciones y pensamientos.
Práctica: Examínate durante diez minutos al día si sigues todas las normas anti contagio o si tienes pensamientos de saltártelas en algún momento, apúntalo y reflexiona sobre ello al final del día.
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